En este onceavo día del Empleo de Verano 2010 las cosas cambiaron, por cuestiones de organización del lugar, Yautitlán, el sitio donde hoy se harían las actividades, fue modificado.
En lugar de eso, los jóvenes estuvieron en la primera sección de Chapultepec, en donde fueron citados desde las 7:45 de la mañana, los chicos estuvieron descompactando la tierra del bosque de Chapultepec, en grupos a los cuales se les asignaban varios fragmentos de tierra de 20x30 pasos.
En esta ocasión varios brigadistas del Empleo, estuvieron a cargo de la sección de herramienta, en este equipo, el objetivo es mantener acomodados todos los materiales que los diversos grupos requieran tales como picos, palas, escobas, cubetas y demás; ellos mantienen una rigurosa lista de los objetos que prestan y a quién.
Dos chicas de esta sección hablaron sobre su vivencia en el Empleo, dijeron que hasta ahora las cosas van bien, sin embargo, ellas notan una falta de coordinación entre los promotores y los líderes, sobretodo cuando los líderes no saben exactamente qué se va a hacer y hay un descontrol en sus órdenes.
Hablaron también de la problemática que ha tenido el prohibirles a los chicos el fumar, dijeron que ellas, que no fumaban no tenían tanto problema como los que sí fuman y mucho, estos han tenido que encontrar la manera de no afectar las zonas de trabajo ecológico y poder seguir con el vicio.
El trabajo en el Empleo de Verano 2010 ha sido arduo, entre remover la tierra, limpiar de hojas y basura zonas de Chapultepec, las chicas que hoy estuvieron en la repartición de herramienta, disfrutan de tomarse un poco de descanso entre inventario e inventario.
A dos semanas de iniciado el empleo una de las jóvenes dice que esperan se ponga mejor que el anterior y que ha pesar de que no han estado en tantos lugares como el pasado empleo de verano, el saber y ver que poco a poco un mismo espacio tan bello como Chapultepec va cobrando vida, las alienta “venimos aquí a llegar a puntos de encuentro, a conocernos mejor y estar contentos porque nosotros limpiamos esa fuente y ahora se puede usar”.
Escrito por: Lluvia Mara Rodríguez Ayala
(Narración)